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Martires dominicos en China obra del granadino Manuel Goméz Moreno |
En 1692 se decretó la libertad religiosa en China, en virtud del cual todos sus súbditos podían seguir la religión cristiana y todos los misioneros podían predicarla en sus vastos dominios.
Como consecuencia, la acción misionera y la difusión del mensaje evangélico se desarrollaron notablemente y fueron muchos los chinos que, atraídos por la luz de Cristo, pidieron recibir el bautismo.
Pero desgraciadamente la cuestión espinosa de los «ritos chinos», irritó sobremanera al emperador K'ang Hsi y preparó la persecución (fuertemente influenciada por la del vecino Japón), que en unos sitios más en otros menos, abierta o solapada, violenta o velada,se extendió prácticamente con sucesivas oleadas desde la primera década del siglo XVII hasta la mitad del siglo XIX, matando a misioneros y a fieles laicos y destruyendo no pocas iglesias.
Fue exactamente el 15 de enero de 1648 cuando los Tártaros Manciù, habiendo invadido la región del Fujian y mostrándose hostiles a la religión cristiana, dieron muerte a San Francisco Fernández de Capillas, sacerdote de la Orden de los Frailes Predicadores. Después de haberlo encarcelado y torturado, lo decapitaron mientras rezaba con otros los misterios dolorosos del Rosario. San Francisco Fernández de Capillas ha sido reconocidopor la Santa Sede como Protomártir de China.
Hacia la mitad del siglo siguiente, el XVIII, otros cinco misioneros españoles, que habían ejercido su actividad entre los años 1715-1747, fueron también asesinados como resultado de una nueva ola de persecución iniciada en 1729 y con secuaces más encarnizados en 1746. Era la época de los emperadores Yung-Cheng y de su hijo K'ien-Lung. Todos fueron martirizados en la ciudad de Fuzhou.
San Pedro Sans i Iordà, O.P., Obispo, natural de Ascó (Tarragona) nacido en 1680 decapitado el 26 de mayo de 1747 en Fuzhou.
San Francisco Serrano, O.P., Obispo electo. nacido en Huéneja (Granada) en 1695.Muere por asfixia, y luego su cadáver fue quemado, el 25 de octubre de 1748.
San Juan Alcober, O.P., Sacerdote, nacido en Granada en 1694, muere ahorcado el 28 de octubre de 1748.
San Joaquín Royo, O.P. Sacerdote, Hinojosa (Teruel) en 1691, Muere el 28 de octubre de 1748, como los otros compañeros.
San Francisco Díaz del Rincón, O.P. Sacerdote, nació en Écija,(Sevilla), en 1713, muere ahorcado el 28 de octubre de 1748.
Fueron beatificados por León XIII el 14 de mayo de 1893 y canonizados por Juan Pablo II el 1 de octubre del 2000.
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En este articulo nos centraremos en el protomartir de China: San Francisco Fernández Capillas nace el 15 de agosto de 1607 en Baquerín de Campos, (Palencia-España). El menor de cinco hermanos estudió, desde niño,en Palencia donde conoció a los dominicos y descubrió un primer germen de vocación. Fue en el convento de San Pablo de Valladolid donde ingresa en la Orden y profesa al tiempo que hace los estudios institucionales.
Por estos años, el ardor misionero se proyecta hacia el Nuevo Mundo y hacia los países del Extremo Oriente. Todavía siendo diácono, en 1631, con otros treinta jóvenes dominicos, embarca rumbo a México, primera etapa del viaje. Casi un año tardarán en llegar a Manila con la recia experiencia de una travesía llena de padecimientos. En la capital filipina, Fray Francisco recibe la ordenación sacerdotal a los 25 años de edad. En Manila ejerce su vocación sacerdotal y misionera durante nueve largos años, en ansiosa espera de ser enviado a China. Otra escala en Formosa hasta que los cristianos chinos les faciliten la entrada en Fujián el año 1642. La persecución más o menos declarada a los cristianos es el ambiente en el que desarrolla su acción evangelizadora. Fiebres cuartanas y privaciones de todo orden debilitan extraordinariamente su salud. Pero nada le detiene en su misión. La integridad de su vida, la bondad de su corazón y la entrega a su vocación hacen que los cristianos hablen de él como del “santo Capillas”. Arrestado cuando regresaba a su refugio después de atender a los enfermos, es juzgado y condenado por defender su fe y su amor a Jesucristo. Dos meses de tormentos en la cárcel desembocan en su degollación el 5 de enero de 1648. Beatificado por san Pío Xel año 1909 y canonizado por Juan Pablo II el 2000, juntamente con 120 mártires de China. La reliquia de su cabeza se conserva en el convento de los dominicos de San Pablo de Valladolid.