Martires de la persecución religiosa en España durante la decada de los años 30 (Republica y Guerra Civil)
Los mártires beatificados cuya conmemoración se celebra esta fecha son:
Lucas de San José Tristany Pujol, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo;
Leonardo José Aragonés Mateu, religioso profeso del instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas;
Apolonia Lizárraga del Santísimo Sacramento, religiosa profesa y superiora general de la congregación de las Carmelitas de la Caridad, y 61 compañeros y compañeras;
Bernardo Fábrega Julià, religioso profeso del instituto de los Hermanos Maristas de las Escuelas;
Víctor Chumillas Fernández, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Menores, y 21 compañeros de la misma Orden;
Antero Mateo García, padre de familia, de la Tercera Orden de Santo Domingo, y 11 compañeros de la Segunda y de la Tercera Orden de Santo Domingo;
Cruz Laplana y Laguna, obispo de Cuenca, y Fernando Español Berdié, presbítero; Narciso de Esténaga Echevarría, obispo de Ciudad Real, y 10 compañeros; Liberio González Nombela, presbítero, y 12 compañeros del clero de la archidiócesis de Toledo;
Eusebio del Niño Jesús Fernández Arenillas, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, y 15 compañeros de la misma Orden;
Félix Echevarría Gorostiaga, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Menores, y 6 compañeros de la misma Orden;
Teodosio Rafael, religioso profeso del instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y 3 compañeros del mismo instituto;
Buenaventura García Paredes, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Predicadores;
Miguel Léibar Garay, presbítero profeso de la Compañía de María, y 40 compañeros;
Simón Reynés Solivellas y 5 compañeros, profesos de la congregación de Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María y de la congregación de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia, y Prudencia Canyelles i Ginestá, laica;
Celestino José Alonso Villar y 9 compañeros, de la Orden de los Hermanos Predicadores;
Ángel María Prat Hostench y 16 compañeros, de la Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo;
Enrique Sáiz Aparicio y 62 compañeros, de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco;
Mariano de San José Altolaguirre y Altolaguirre y 9 compañeros, de la Orden de la Santísima Trinidad; Eufrasio del Niño Jesús Barredo Fernández, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos Descalzos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo;
Laurentino Alonso Fuente, Virgilio Lacunza Unzu y 44 compañeros, del Instituto de los Hermanos Maristas de las Escuelas;
Enrique Izquierdo Palacios, presbítero, y 13 compañeros, de la Orden de los Hermanos Predicadores;
Ovidio Bertrán Anucibay Letona, Hermenegildo Lorenzo Sáez Manzanares, Luciano Pablo García García, Estanislao Víctor Corsero Fernández y Lorenzo Santiago Martínez de la Pera y Álava, religiosos profesos del instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y José María Cánovas Martínez, presbítero diocesano;
María del Carmen, Rosa y Magdalena Fradera Ferragutcasas, hermanas profesas de la congregación de las Hijas del Santísimo e Inmaculado Corazón de María;
Avelino Rodríguez Alonso, presbítero profeso de la Orden de los Hermanos de San Agustín, y 97 compañeros de la misma Orden, más 6 compañeros del clero diocesano;
Manuela del Corazón de Jesús Arriola Uranga y 22 compañeras, de la congregación de las Siervas Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad.
La sección Dominicana esta encabezada por el P. Buenaventura Garcia de Paredes
Ex maestro general de la orden. Nació y fue bautizado el 19 de abril de 1866 en Castañedo de Valdés, Luarca (Asturias); tuvo un hermano sacerdote, en la niñez pastoreó las ovejas de su padre, realizó estudios primarios en el pueblo natal y en una preceptoría aconsejado por el dominico Esteban Sacrest; ingresó después en la escuela apostólica o seminario menor de Corias (Asturias), donde cursó dos años; problemas de salud lo restituyeron al hogar paterno; una vez restablecido se dirigió a la escuela apostólica de Ocaña (Toledo); profesó el 31 de agosto de 1884; cumplido el tercer año de teología lo enviaron a la universidad de Salamanca para cursar derecho civil, que luego continuó, junto con filosofía y letras, en Valencia y Madrid; ordenado sacerdote en Ávila el 25 de julio de 1891; profesor de derecho político y administrativo en la universidad de Santo Tomás de Manila, director del diario católico Libertas, defendió la causa de Bernardino Nozaleda, O.P., arzobispo de Manila.
Prior de Santo Tomás de Ávila (1901), rector del colegio de Santa María de Nieva (Segovia), prior de Ocaña (1910); en este mismo año elegido prior provincial con residencia en Manila; durante siete años desarrolló una fecunda actividad al servicio de la provincia más numerosa y extensa de la orden; cedió campos misionales en China y Vietnam a otras provincias, y la casa de Valencia a la restaurada provincia de Aragón; fundó la revista «Misiones Dominicanas», y adquirió terrenos para edificar la nueva universidad de Santo Tomás de Manila; fundó la escuela apostólica de La Mejorada, cerca de Olmedo (Valladolid), extendió la presencia de la provincia hacia los Estados Unidos (Tangipahoa, y centro de estudios de Rosaryville, Nueva Orleáns, Luisiana, inaugurado en 1911).
En 1917 se encargó de la construcción y lo hicieron superior de la casa del Rosario de Madrid (c/ Conde de Peñalver) y, durante nueve años, se entregó al apostolado y dirección de almas. En 1926 fue elegido maestro general de la orden, postrado en tierra suplicó a los capitulares que lo eximiesen del oficio pero, viendo la insistencia de los electores, aceptó al fin. Duró su mandato dos años y medio, visitó diversas provincias, adquirió para el «Angelicum» de Roma los locales en que está situada en la actualidad la universidad de Santo Tomás, escribió circulares y cumplió fielmente con las obligaciones de su cargo; en 1929, a raíz de algunos problemas y debilitado en su salud, presentó la dimisión.
Retirado a Ocaña, se hallaba en Madrid a mediados de julio de 1936; tuvo que buscar refugio en varios lugares donde dio muestras de gran espíritu religioso y devoción a la eucaristía; se mostraba convencido de que sólo confiando en la misericordia de Dios cabía concebir alguna esperanza en aquella situación caótica; detenido el 11 de agosto lo llevaron a la checa «García de Paredes»; de allí lo condujeron a Fuencarral (Madrid), donde lo martirizaron el 12 de agosto, en el paraje denominado «Valdesenderín del Encinar»; junto a su cadáver hallaron el rosario y el breviario.