Beato Inocencio V, 22 de Junio


Beato Inocencio V
Iglesia de santo Domingo
Granada

Biografía de fray Pedro de Tarantasia (Inocencio V) 1224-1276

Nace en lugar no bien precisado, quizás Champagny, en el condado de Tarentaise, de pendiente del ducado de Saboya. Se señala 1224 como fecha más probable de nacimiento.

Su primera formación la recibió o en Lyon o en Vienne. En su adolescencia, hacia el año 1240, con 17 o 18 años, entra como novicio en el convento de los dominicos de Lyon. No se sabe nada de su formación en Lyon. Posiblemente fue enviado a estudiar al convento de Santiago de París, siendo allí, como algún autor insinúa, "digno" discípulo de San Alberto Magno, presente en París el año 1244. También es posible que haya tenido una formación básica en Lyon y únicamente a partir del año 1255 haya ido a París.

La carrera de fray Pedro de Tarantasia como profesor universitario empezaría más tarde, debiéndose formar dos años en Biblia, los años 1256-1257, y otros dos en teología, sobre las Sentencias, en 1258-1259. En marzo de 1256 pudo asistir a las clases de fray Tomás de Aquino. De hecho es cierto que antes de junio del año 1259 obtuvo ya el Magisterio en sagrada teología.

Fray Pedro será profesor de teología de la misma Universidad durante, al menos, ocho años. Ya en el año 1260 fray Pedro de Tarantasia fue nombrado predicador general. La producción científica, especialmente bíblica y dogmática de fray Pedro de Tarantasia es abundante y de valor, ya que él fue reconocido con el título de "doctor spectabilis" (brillante). Su doctrina es claramente neoplatónica más que aristotélica. Fray Pedro de Tarantasia fue nombrado ese mismo año de 1264 Prior provincial de Francia. Terminados los tres años de Prior provincial, fray Pedro, por determinación del Capítulo general de Bolonia, bajo el Maestro beato Juan de Vercelli, comienza de nuevo la enseñanza en la Universidad de París, desde el mes de septiembre del 1267 hasta el 1269, coincidiendo allí con santo Tomás. En 1269 de nuevo es elegido Prior provincial de la provincia de Francia hasta el año 1272, cuando será nombrado, contra su propia voluntad, arzobispo de Lyon y primado de Francia.

La entronización del Papa en Roma se hará en la basílica Vaticana el 22 de febrero de 1276, fiesta de la Cátedra de San Pedro y primer domingo de Cuaresma y, antes del 25 de febrero, toma posesión de la catedral de San Juan de Letrán, y allí fija su residencia. 

El trabajo del nuevo Papa se centra en buscar la organización de la Cruzada, deseada por el concilio II de Lyon y, para ello, mentalizar a los príncipes y pueblos mediante predicadores y legados, y lograr la paz interna de los diversos reinos y ciudades para poder unir las fuerzas. No todos los príncipes cristianos de Europa responden en la misma medida. 

Ese mismo año el papa Gregorio X había convocado un concilio general para el año 1274 y justamente se elige la ciudad de Lyon como sede del que será el II Concilio de Lyon (y XIV ecuménico). Ya en el mes de junio del año 1273 fray Pedro es nombrado cardenal, obispo de Ostia. Tuvo un papel esencial en el Concilio. La sesión cuarta del 6 de julio fue abierta por fray Pedro de Tarantasia, y en ella se proclama la unión de la Iglesia griega y se celebra una liturgia común (DS, 851- 861). El 15 de julio muere el cardenal san Buenaventura y el cardenal Pedro de Tarantasia, con gran conmoción, hace su elogio fúnebre.

Terminado el concilio en julio, el cardenal de Ostia visita la corte del rey de Francia, Felipe III, el Atrevido. Gregorio X muere en Arezzo, no lejos de Roma, el 10 de enero del año 1276. Fray Pedro se había adelantado al Papa en su llegada a Italia y a Roma, pero está presente a la muerte del Papa.

Beato Inocencio V, Dominico
Antes de los 10 días a partir de la muerte del Papa, como había determinado el mismo Gregorio X, debía reunirse el cónclave para la elección del sucesor.

Fray Pedro de Tarantasia, Papa Inocencio V

El cónclave en Arezzo estaba formado por 13 cardenales electores quienes, por unanimidad, el 21 de enero de 1276 eligieron Papa a fray Pedro de Tarantasia, que escogerá el nombre de Inocencio V.

El Papa sigue en la consolidación de la unión de la Iglesia griega y para ello, se prepara una embajada para la paz y la unión en mayo de 1276. Pero todo quedará en suspenso, antes de salir de Italia tal embajada, por la muerte del Papa.

La actividad de nuevo Papa es intensa: escribe a las ciudades de Génova y Pisa; procura la provisión de numerosos y buenos obispos; decide el proceso de canonización de la monja dominica Santa Margarita de Hungría (1270), que serviría definitivamente para su canonización efectiva por el papa Pío XII el año 1943.

El Papa Inocencio V cae enfermo el 18 de junio de 1276, pudiendo bendecir a Dios, aceptando su muerte y bendiciendo a los presentes; luego entra en coma, paralizado y sin hablar, hasta el 22 de junio del mismo año, muriendo a los 52 años de edad, después de apenas seis meses de pontificado: "mostrado, más que dado" a la Iglesia. Su sepulcro desapareció en la basílica de Letrán por un terremoto en el s. XVIII.

León XIII confirmó su culto el 14 de marzo de 1898. Su fiesta se celebra el 22 de junio.

Semblanza espiritual del Papa Inocencio V

De él se dice que subió pronto a los más altos grados de la sabiduría y de la piedad en el convento de Santiago de París, ya que, además, convivió con tan excelsos maestros y superiores.

Por lo demás, el hecho de ser Maestro de París; dos veces Prior provincial de Francia por elección de sus frailes; arzobispo de Lyon, por petición del mismo clero y que llevó la paz a esa iglesia, todo ello indica que llegó al cardenalato y al pontificado "por la inocencia de sus costumbres y por un cúmulo ingente de méritos" (ASOP 6 [1898] 460). Su elección como Papa se debe no a cualidades humanas solamente, sino efectivamente a una profunda piedad y rectitud de conciencia, como se expresaría en el lema de su pontificado: "Oculi mei semper ad Dominum": "mis ojos están siempre fijos en el Señor" (cfr. Sal 122).

Tuvo buenas relaciones con la Orden dominicana, siempre discretas, la cual se alegró profundamente de su elección al Pontificado. De él se dice también que en la Curia era considerado "como el mayor (mejor) clérigo del orbe" (ASOP 6 [1898] 463).

Su misma muerte fue edificante, pues el día 18 de julio tuvo la ocasión de manifestar a los presentes las cualidades de su espíritu, la tensión hacia Dios y la disponibilidad a la muerte (ASOP 6 [1898] 450-451). Por ello dejó al momento de la muerte una clara fama de santidad y, posteriormente, de culto inmemorial, que llevó a su beatificación, ya en tiempos de exigencia histórica para ello, en el año 1898. Justamente su gran mérito fue la intensa lucha por la unión de las Iglesias (ASOP 6 [1898] 463).

Fuente: González Fuente, Antolín; "Los cuatro Papas dominicos", de la colección "Celebraciones vivas de los Santos y Santas Dominicos" editada por Ricardo Cuadrado Tapia,(ed.)